El número de personas desempleadas en el mundo se mantuvo elevado a niveles sin precedentes en 2006 a pesar del robusto crecimiento económico, dijo la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en una nueva edición de su informe anual Tendencias Mundiales del Empleo que fue difundido hoy en esta ciudad.
La OIT también destacó que hubo sólo modestos avances en los intentos por sacar de la pobreza unos 1,37 mil millones de trabajadores que si bien tienen empleo viven con menos del equivalente de 2 dólares por persona al día, y destacó que no se produjeron suficientes empleos decentes y productivos como para mejorar su situación.
"El fuerte crecimiento económico registrado los últimos cinco años ha tenido un impacto muy leve en la reducción del número de trabajadores que viven en condiciones de pobreza junto con sus familias, y esa reducción se produjo sólo en unos pocos países. Además, el crecimiento no ha provocado la disminución del desempleo mundial", dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. "Por otra parte, incluso si continúa esta tendencia al crecimiento en 2007, son muy preocupantes las perspectivas relacionadas con la creación de empleo decente y una mayor reducción de la pobreza laboral."
El informe dice que para mantener o reducir las tasas de desempleo debe fortalecerse el vínculo entre crecimiento y trabajo. Destaca que la creación de empleos decentes y productivos, y no de cualquier empleo, es esencial para reducir el desempleo y bajar el número de familias que viven en situación de pobreza, lo cual a su vez es un requisito para el desarrollo y el crecimiento económico en el futuro.
El informe también destaca que:
Durante la última década el crecimiento se ha reflejado más en el aumento de la productividad que en el del empleo. La productividad aumentó 26 por ciento, mientras que el número de empleados en el mundo subió sólo 16,6 por ciento.
El desempleo golpea más fuerte a los jóvenes entre 15 y 24 años, pues afecta a 86,3 millones de personas de ese grupo de edad, equivalente a 44 por ciento de todos los desempleados del mundo en 2006.
Persiste la brecha de empleo entre mujeres y hombres. En 2006, 48,9 por ciento de las mujeres de 15 años o más estaban trabajando, levemente por debajo del 49,6 por ciento de 1996. En comparación, la relación empleo-población de los hombres fue de 75,7 por ciento en 1996 y de 74,0 por ciento en 2006.
En 2006, la presencia del sector de servicios como proveedor de empleo aumentó de 39,5 por ciento a 40 por ciento y por primera vez superó a la agricultura, que bajó de 39,7 por ciento a 38,7 por ciento. El sector industrial aportó 21,3 por ciento de todo el empleo.
La OIT también destacó que hubo sólo modestos avances en los intentos por sacar de la pobreza unos 1,37 mil millones de trabajadores que si bien tienen empleo viven con menos del equivalente de 2 dólares por persona al día, y destacó que no se produjeron suficientes empleos decentes y productivos como para mejorar su situación.
"El fuerte crecimiento económico registrado los últimos cinco años ha tenido un impacto muy leve en la reducción del número de trabajadores que viven en condiciones de pobreza junto con sus familias, y esa reducción se produjo sólo en unos pocos países. Además, el crecimiento no ha provocado la disminución del desempleo mundial", dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. "Por otra parte, incluso si continúa esta tendencia al crecimiento en 2007, son muy preocupantes las perspectivas relacionadas con la creación de empleo decente y una mayor reducción de la pobreza laboral."
El informe dice que para mantener o reducir las tasas de desempleo debe fortalecerse el vínculo entre crecimiento y trabajo. Destaca que la creación de empleos decentes y productivos, y no de cualquier empleo, es esencial para reducir el desempleo y bajar el número de familias que viven en situación de pobreza, lo cual a su vez es un requisito para el desarrollo y el crecimiento económico en el futuro.
El informe también destaca que:
Durante la última década el crecimiento se ha reflejado más en el aumento de la productividad que en el del empleo. La productividad aumentó 26 por ciento, mientras que el número de empleados en el mundo subió sólo 16,6 por ciento.
El desempleo golpea más fuerte a los jóvenes entre 15 y 24 años, pues afecta a 86,3 millones de personas de ese grupo de edad, equivalente a 44 por ciento de todos los desempleados del mundo en 2006.
Persiste la brecha de empleo entre mujeres y hombres. En 2006, 48,9 por ciento de las mujeres de 15 años o más estaban trabajando, levemente por debajo del 49,6 por ciento de 1996. En comparación, la relación empleo-población de los hombres fue de 75,7 por ciento en 1996 y de 74,0 por ciento en 2006.
En 2006, la presencia del sector de servicios como proveedor de empleo aumentó de 39,5 por ciento a 40 por ciento y por primera vez superó a la agricultura, que bajó de 39,7 por ciento a 38,7 por ciento. El sector industrial aportó 21,3 por ciento de todo el empleo.